Raúl Vacas

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Licenciado en Ciencias de la Información y Diplomado en Educación Social, Raúl desempeña labores de edición, animación y gestión cultural y colabora con diversos medios de comunicación y revistas literarias. También coordina e imparte talleres de creación y animación a la lectura  en colaboración con editoriales, centros de profesores, bibliotecas, colegios, institutos y Consejerías de […]

Licenciado en Ciencias de la Información y Diplomado en Educación Social, Raúl desempeña labores de edición, animación y gestión cultural y colabora con diversos medios de comunicación y revistas literarias. También coordina e imparte talleres de creación y animación a la lectura  en colaboración con editoriales, centros de profesores, bibliotecas, colegios, institutos y Consejerías de Educación de varios países. También participa en varios programas de fomento de la lectura del Ministerio de Cultura.

En su bibliografía destacan las plaquetes Confieso que he fumado, El calor de los labios a solas, El imán de la muerte y Corte y confección (junto a Isabel Castaño) y los libros; Proceso de amor (Amarú Ediciones); Consumir preferentemente (Anaya); Al fondo a la derecha (Obra Social Caja Duero); Esto y ESO (Edelvives), Señal (Mundanalrüido), con ilustraciones de Sara Morante, Niños raros (SM Ediciones), con ilustraciones de Tomás Hijo y Abecé diario (Ala delta, Edelvives), con ilustraciones de Elena Queralt. Sus últimas publicaciones son Uno solo, con el trabajo gráfico de Aquilino González y Salamanca y te miro, con fotografías de Victorino García Calderón.

http://raulvacaspolo.blogspot.com/


Del corazón a los asuntos.

¿No te gusta la poesía? ¿Piensas que los poemas son solo para una inmensa minoría? ¿Qué efecto secundario puede tener un soneto de amor?

La poesía, como bien dice Antonio Gamoneda, no es un lugar donde van a parar los cobardes. Raúl lo tiene claro y por eso lleva años recorriendo colegios e institutos de toda España para inocular el virus de la poesía. A lo largo de una hora iremos, como señalaba Miguel Hernández, del corazón a los asuntos.