VOCIFERIO VIII Edición

SIN PALABRAS

Este año, Vociferio se desmarca de la verborrea imperante. De las poéticas figurativas: la de la experiencia, que ya en su día quiso apropiarse de la patente del realismo, como si hubiera alguna poética que no fuera realista; y la intensita, potenciada por el mercado y apoyada por el canon. Juntas han propiciado el fenómeno de la poesía superventas, a base de depauperar la sensibilidad lectora con sus coloquialismo de estar por casa y sus lugares comunes. Ambas hablan de las cosas que le importan a la gente “normal y corriente” (estereotipos) y, así, acumulan una legión de fans (subespecie perteneciente a la raza humana que gusta de adocenarse en masa a su vez estandarizándose).

Decimos, que la “nueva poesía” que viene incluyendo en sus programaciones el califato del Festival Internacional de Poesía de Granada y su universidad, ni es nueva ni novedosa. Para nosotros es un mero producto cultural, un ejercicio de retiquetado.  Una poesía mediática que ha llevado hasta el esperpento la degradación de las posibilidades creativas que esta disciplina artística ofrece en el siglo XXI.

Nos alejamos pues de los poemas de absorción rápida, los poemas meme, los poemas “que se entienden”, los poemas máxima de azucarillo, los poemas ocurrencia, radiofórmula, talent show… que creen que expresar o actualizar el estado de Facebook es algo que se puede elevar a la categoría de poema y que vender miles de ejemplares legitima la calidad literaria de su propuesta.

Nos desligamos de esas poéticas partidistas que clonan las técnicas del discurso político, en tanto entendemos que este utiliza la demagogia para embrutecerse, confundir, persuadir, polarizar… a través de simplificar el mundo a un gradiente de blancos y negros que quepan en los 15 segundos que el informativo de turno les dedica. E intentamos con nuestra programación abolir toda fenomenología pop, primando la calidad de cada propuesta independientemente de la corriente estética a la que pertenezca y del nivel de reconocimiento que ostente el poeta que la lleva a cabo.

Para ello, priorizamos aquellas prácticas poéticas que problematizan la realidad y que ofrecen una experiencia transformadora a quien las contempla y escucha; e interponemos un muro con esos políticos poetas, en tanto construyen su prestigio a través de estrategias extraliterarias, y pintamos sobre sus “ladrillos” (eufemismo para libros de poemas intransitivos) un grafitti violeta, porque la musa con vaqueros, se viste como le da la gana, oiga. Esos poetas que ponen al servicio del sistema su poesía, eludiendo la crítica o la denuncia, abarrotando desde hace 30 años los anaqueles de libros tibios, ideales para una transición que fue igual de tibia. Todo para alcanzar el poder de promocionar aquellas poéticas que no les hagan sombra y de ningunear, cuando no negar directamente, a todas aquellas que no sean la suya. Y esto amigos y amigas, es, a nuestro entender, el germen de toda conducta totalitaria.

“Hablar de un mundo es proponer un mundo”

Como dijo en su día el colectivo valenciano Alicia Bajo Cero: “hablar de un mundo es proponer un mundo”. A este respecto, dentro de nuestro festival habrá espacio para las poéticas críticas con el sistema y para aquellas que proponen un mundo plural y libertario, pero, además, queremos añadir a la cita anterior que: y hasta no hablar también es proponer un mundo.

Por eso, en esta edición, retomamos el espíritu de las vanguardias históricas y reivindicamos la poesía fonética y sonora, la performance poética, la poesía concreta, y la poesía multimedia como formas, ya no de experimentación, pues todo arte en nuestra opinión debe ser un trabajo denodado de ensayo y error y un intento de superación y quiebra de toda tradición, sino una forma de entender la poesía como una disciplina artística que no tiene por qué limitarse exclusivamente a la escritura. 

Esta concepción restrictiva de la ortodoxia poética española, enfrascada en una lucha por la hegemonía estética del poema coloquial, ha conseguido, no solo vencer a sus oponentes literarios, sino que otras formas de entender el hecho poético como la ciberpoesía, la videopoesía, la poesía participativa, el spoken word… en fin, toda práctica adscrita a lo que hoy empieza a balbucearse con el término Poesía Expandida, sean prácticamente desconocidas por el público.

Destacando cartel de invitados

Y este es el caso de un poeta internacional como es Bartolomé Ferrando, al que este año rendimos homenaje en la Sala Carme Teatre. Queremos visibilizar la búsqueda universalista que la poesía fonética y sonora lleva desarrollando desde hace más de 100 años. Una poesía sin idioma, pura energía a través del sonido. Y le van a acompañar durante tres días poetas, performers y artistas sonoros de la talla de Jörg Pringer o Déborah Walker.

También apostamos a fondo con la primera producción propia de Vociferio 2019 que realizará la artista Begoña Santalices, todo un alarde físico de habilidades prosódicas y vocales.

Además, en esta edición, la octava, número de la mesura representado por dos cuadrados, queremos detener la máquina, reservarnos el espacio y el tiempo para poder escuchar el silencio, para poder pensar.

Ante el ritmo enloquecido que impone la trituradora massmediática, la bukake de contenidos banales que circulan por las redes, los opinódromos, los zacas como relámpagos amarillistas, las fake news y la frivolización de la experiencia artística hasta convertirla en mero entretenimiento para el consumo, queremos reflexionar. Y para ello proponemos este año dos mesas redondas: la primera, realizada en colaboración con el Festival de Filosofía de València, A Viva Ment, en torno a la relación entre Poesía y Filosofía, con Ana Gorría entre las ponentes; y en la segunda, sobre Poesía Contemporánea Española, analizaremos lo que Martín Rodríguez-Gaona denomina poesía pop tardoadolescente y contaremos, entre otros, con el propio Martín para hacerlo.

Vociferito, poesía para la infancia

Y de tanta reflexión, un pensamiento: no hay futuro para la poesía sin cuidar la infancia. Así que para ello inauguramos VOCIFERITO, una programación especialmente pensada para los niños, niñas y niñes que han comisariado Mar Benegas y Jesús Ge, responsables de El Sitio de las Palabras.

Abrimos nuevos espacios, no solo mentales sino también físcos, y este año fletamos el patio gótico del Centre del Carme Cultura Contemporánea para ofrecer recitales escénicos, performativos y conciertos. Por su escenario pasarán músicos devenidos en poetas como Enric Montefusco o Antón Reixa, poetas transformados en bandas de pop como El Pèsol Feréstec o Mapache y auténticas fenómenas del spoken Word como Laura Sam + Nazareno.

Y como es muy sabinero eso de que a los lugares donde fuiste feliz no has de volver, hemos decidido llevarle la contraria y repetimos en otros espacios que nos dejaron huella el año pasado como es el patio renacentista del CCCC, desde cuyo jardín recuperado, ofreceremos tardeos poéticos a la fresca con recitales de Isabel Martín, una de las poetas revelación dentro de la poesía de la conciencia crítica, tres primma donnas de la poesía en catalán como Mireia Calafell, Begonya Pozo o Àngels Gregori, o la inteligente poeta de lo cotidiano Elena Román; y también regresamos a la Biblioteca Pública de València para nuestra tradicional Festa Alçaveu, este año dedicada a la poesía humorística, con el poeta y slammer Dani Orviz como cabeza de cartel.

Y no da más de sí nuestro modesto festival, muy inferior a lo que esta ciudad se merece y a lo que la comunidad poética nos ofrece. Son muchas las propuestas de calidad que se han quedado fuera, lo cual lamentamos. Pero esperamos seguir creciendo y alcanzar a producir más tarde que pronto nuestro soñado Festival Internacional de Poesía de València. Para ello, extendemos desde aquí la mano a otros proyectos, colectivos y espacios que trabajan a diario programando poesía en la ciudad. Juntas, codo con codo con nuestras instituciones y, en especial, con nuestro Ayuntamiento, no dudamos en que lo conseguiremos.

Pero hasta que ese día llegue esperamos que la excelencia de esta edición os deje sin palabras porque creemos en la capacidad resensibilizadora de la poesía, en el potencial que tiene para crear espacios temporalmente autónomos de cualquier mediatización, espacios donde poder detenerse, sentirse, pensarse, dialogar, emocionarse…, espacios para la vida plena: aquella que por explícita nunca deja domarse por lo evidente.

Raúl Lago y David Trashumante
Directores de Vociferio 2019

La VIII Edición de VOCIFERIO escoge este año para su cartel un retrato realista de una figura que ha trascendido la política, propia de la cultura pop, como es la Infanta Doña Elena y un símbolo político que representa la ideología comunista para provocar una reflexión sobre si lo figurativo e icónico realmente puede generar una imagen explícita evidente. Este año, VOCIFERIO quiere alejarse de aquellas poéticas que trabajan desde la evidencia, que no escondan nada detrás y que, además, se ponen al servicio del poder. Quiere revindicar un espacio para la poesía, precisamente, LIBRE de todo partidismo para refrendar un acto artístico con libertad de expresión descargado de cualquier ideología, que abraza la reflexión y el pensamiento como una forma de estar en el mundo: emoción, pensamiento, intelecto, y que todo, todo, es aparente. Es decir, contraponiéndose al discurso mercantilista de la modernidad, donde todo significante ha sido vaciado de su significado; donde se puede convivir a través de múltiples facetas artísticas en igualdad, en horizontalidad, ya que todo discurso, toda poesía, en este caso, figurativa, discursiva, realista, ha devenido ser una de las principales herramientas propagandísticas para mantener el status quo de la sociedad.


¡BIENVENIDXS A VOCIFERIO 2019!