Oswaldo PAI

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Artilogios son artilugios para un elogio poético. Un bululú que se acompaña de artefactos electrónicos y mecánicos que marcan el ritmo al actor. Si hablamos de poesía, rima, de juegos de palabras… ya sabemos de qué estamos hablando. Pero, ¿y si hablamos de ARTILOGIOS? Hablamos, por ejemplo, de un grafitófono, un artilogio que solfea la resistencia eléctrica […]

Artilogios son artilugios para un elogio poético.
Un bululú que se acompaña de artefactos electrónicos y mecánicos que marcan el ritmo al actor.
Si hablamos de poesía, rima, de juegos de palabras… ya sabemos de qué estamos hablando. Pero, ¿y si hablamos de ARTILOGIOS?
Hablamos, por ejemplo, de un grafitófono, un artilogio que solfea la resistencia eléctrica de un dibujo al carboncillo.
De un susurrófono, un artilogio fonocaptor pregonero del susurro.
Y un ascensor. Un artilogio ascensonórico evocador de alturas.
O de un anagramador pelótico. Un artilogio palabrogénico aleatorio.
Y de unos cuantos más… Todos ellos para acompañar poemas de Maria Elena Walsh, Federico García Lorca, Gloria Fuertes, Gerardo Diego, Elsa Bornemann, Antonio Rubio… y de Oswaldo Pai.

Pulso, melodía y poesía convierten los artilugios en ARTILOGIOS.
Música, malabares e ilusionismo verbal que surgen al juntar juglar y jugar.